Muda. Teatro Pradillo.

Muda. Teatro Pradillo.
La Clá. Un blog de crítica teatral


Desde hace un tiempo la escena teatral madrileña anda gobernada por directores argentinos. Con el éxito de las recientes obras de Daniel Veronese o Claudio Tolcahir se ha producido en el público un encantamiento similar al que vivieron esos mismos espectadores, sentados en otras butacas, con grandes actores y realizadores de películas argentinos.

El Teatro Pradillo ofrece en cartel, en días sueltos y a una hora un poco golfa, la

obra del dramaturgo y directorPablo Messiez, Muda, interpretada por Fernanda Orazi, Marianela Pensado y Óscar Velado.

Muda es una obra que se presenta tan desnuda como su trama y sus decorados. Una joven se instala a vivir en un edificio de apartamentos de Buenos Aires en el que trabaja un portero emigrante español y en el que reside una vecina dicharachera, los dos tan solos y abandonados como la recién llegada que, sin nada mejor que decir, se mantiene muda. Sin apenas acción, y con la palabra de sus protagonistas como recurso narrador de historias, Muda es una ventana a las soledades y a los encuentros que a diario se viven en las grandes ciudades. Messiez sigue la estela de los narradores norteamericanos que en su día reflexionaron sobre la caída del gran sueño burgués, aunque lo hace a la manera tragicómica de Billy Wilder, es decir, con guiños cómicos para evitar que el espectador urbanita se deprima en exceso.

Los responsables del regusto amable que deja Muda, y de las carcajadas que a su vez provoca, son sus tres actores, de quienes hay que alabar sus respectivas interpretaciones, muy distintas en sus matices.Fernanda Orazi interpreta magistralmente a la locuaz y triste vecina, con una verborrea que parece sólo alcanzable para los porteños. Marianela Pensado hace de vecina muda, llegando a conmover más con su pena gestual que con sus palabras. Y por su parte, Óscar Velado saca todo tipo de sutilezas al personaje de emigrante gallego, un tipo borrachín y ensoñador. Los tres están a la altura del reto de interpretar en un escenario vacío, manteniendo en todo momento la naturalidad de sus protagonistas, sin caer en los peligros de la sobreactuación.

Merece la pena acudir al animado y divertido Teatro Pradillo para disfrutar de esta representación de sabor porteño sobre la que destacan sus tres grandes actores.
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Teatro Pradillo:
http://teatropradillo.com/wp/?p=307

Imágenes:

Fotografía de Muda con Marianela Pensado en la imagen, por cortesía del Teatro Pradillo.

Estreno de Hedda Gabler




Hedda Gabler

Cía. Esteban Pico (Madrid) / Teatro
Del 16 al 26 de septiembre 2010
De jueves a domingo / 20h.30
Hedda Gabler (El triunfo de la mediocridad)
Una de las obras más complejas de Ibsen, no solo por su perfecta estructura, sino por un texto depurado que define claramente a cada uno de los personajes en sus más mínimos detalles.
Hedda Gabler es un drama de individualidades, pero también un drama social. Hay un enfrentamiento claro entre dos mundos que conviven sin comprenderse.
El triunfo de la mediocridad desde una perspectiva, aunque, desde otra, podría ser también el triunfo de quienes se entregan al trabajo. Como toda gran obra, nos expone una serie de hechos, de los cuales cada cual sacará sus propias conclusiones.
Vemos una clara reflexión poética sobre la necesidad del hombre de vivir en otra forma, la eterna pregunta: ¿En qué consiste la felicidad?
La distancia entre lo que se desea y lo posible es causa tanto de lo trágico como de lo cómico.
Hedda Gabler es un enigma y una clave en sí misma, una mujer atrapada entre dos realidades: su ideal, un mundo sublime lleno de belleza; y su realidad, una vida burguesa, superficial y mediocre.
Actores: Marta P. Luis, Laura González, Julia G. Enríquez, Víctor Boira y Esteban Pico.
Foto: Julia Cristina Monge
Atrezzo: Candela Domínguez Dimeo
Diseño de iluminación: Toni Sánchez
Adaptación y dirección: Esteban Pico

Procedencia de la compañía: Madrid

La ficción como terapia

La ficción como terapia
ROSANA TORRES 12/09/2010
La semana por delante TEATRO

Discípulo aventajado de Ricardo Bartís, Juan Carlos Gené y Rubén Szuchmacher, con quien además estudió dirección, Pablo Messiez es de esos creadores (actor, dramaturgo, autor y director) que llegan para tomar relevo o aumentar la nómina de un puñado de teatreros argentinos que están cautivando al público español, como Daniel Veronese o Claudio Tolcachir (no perderse su montaje sobre Todos eran mis hijos, de Arthur Miller en el Teatro Español).

Ellos mismos han dicho de Messiez: "Un encantador de espectadores que abre mundos, los arma oscuros pero a la vez luminosos; no copia, no sigue modas, produce con extraña sensibilidad y potencia lo que dicta su corazón", según Veronese, con quien ha trabajado varias veces. Su colega Tolcachir afirma: "Siempre es excitante acercarme a la mirada de Messiez porque es necesario que alguien nos ayude a cambiar el foco y ver lo que estaba frente a nuestros ojos pero transformado en algo profundamente humano y teatral". En cualquier caso estamos ante un más que atractivo fenómeno escénico.

Con Muda, que vuelve al Teatro Pradillo, donde fascinó a principios de año, nos cuenta la historia de Ana, quien sale de una situación de vértigo existencial a través de ficciones propias, ajenas, involuntarias y premeditadas. Un espectáculo con el que comprendemos hasta qué punto la ficción nos puede devolver la paz perdida, la salud deseada y en el que podemos ver el trabajo de tres grandes actores: Fernanda Orazi, Marianela Pensado y Óscar Velado.

Muda de Pablo Messiez


D.