Rosa Casado en el Teatro Pradillo

Este Viernes 21 de Septiembre, a las 20h.30, estrena Rosa Casado en nuestra Sala. Venir a ver está performance es casi obligado, es buena, buena. Ya me lo direís luego... Incluyo lo que me han publicado en el lecool.com sobre ella:

Performance Paradise 2_Rosa Casado
Ser sensible en la sociedad de consumo es tarea difícil. En este momento histórico lo que se espera eso de nosotros es ser pragmáticos, ser buenos consumidores, exigentes y formados, pero consumidores al fin y al cabo. Ocurre que todo el planeta tierra se ha puesto hace años a la misma tarea, salvo a los que le llueven bombas o machetazos.Pero a algunos, aún les falta un elemento para llegar a ser miembros de pleno derecho de la sociedad de consumo: la pasta, pieza fundamental de la susodicha sociedad. Un día compras un viaje a uno de esos países que no tienen cadenas de ropa, no por que no lo deseen, sino por que no pueden permitírselo, y descubres que aún son un pequeño paraíso, de afabilidad, vida sencilla y felicidad. Un paraíso que se extingue imparable como los bosques sobre la faz de la tierra. / D

Erase una vez el circo

No se si era por que enfrente nuestro, casualmente, había unos cuantos espectadores famosos televisivos que tuvieron su apogeo en mi infancia de treintañero, o por el propio regusto añejo del Circo Raluy, pero el Price me pareció en blanco y negro como aquella tele que nos parió.

Asistimos al estreno del Circo Raluy que se presentó con toda su parafernalia de circense: al parecer desfilaron con su caravana de carromatos antiguos por el Madrid del siglo XXI, representaron su papel de compañía familiar y nos mostraron su idiosincracia patrimonial, casí de museo etnológico.

España siempre ha sido un país de radicalismos, también se dice de contrastes: o nos cargamos nuestro pasado sin ningún miramiento o conservamos y practicamos tradiciones prerromanas con la normalidad de quien se va de cañas. El Circo Raluy, tiene algo de esta rareza, es una asombrosa burbuja en el tiempo, un sueño romántico y maravilloso que revive el pasado para nuestros sensibles y llorosos ojos. Un modo exclusivo de acercarse al espectáculo puro, patético, al aplauso, al grito y al nudo en la garganta. Olé por la familia Raluy.