Un teatro pequeño, muy pequeño

"El teatro pradillo es un teatro pequeño, muy pequeño con muy pocos recursos, casi uno se sorprende de ver como año tras año puede seguir dando guerra y programando funciones. Este tipo de teatros con programación fuera de lo normal donde dan cabida las últimas tendencias creo que deberían ser más apoyados por todos..." Sigue leyendo.

Divos, sobrevive que no es poco

Divos demuestra un gran esfuerzo creativo e interpretativo.
Nicolas Rambaud y Coral Troncoso se han encerrado, como los toreros en sus grandes momentos, con seis toros (cinco para ser exactos) y han hecho una faena de altura.
Los morlacos a lidiar no eran fáciles, cada uno de una ganadería diferente, con sus recorridos, sus tallages, sus manías y vicios propios. Todos eran (en la medida de sus posibilidades y de sus propias carreras) auténticos creadores. Nicolas y Coral han tenido que lidiar con sus propias dudas y temores como coreógrafo y dramaturga, y además con los de cada uno de los bailarines con lo que han trabajado.
La coreografía de Nicolas en brillante, y sobre todo divertida, y los aportes de cada uno a la pieza común se ven claritos y no se escamotean como se podría pensar que pasaría entre tanto ego suelto.
La propuesta que en principio era dura, sin concesiones: ponerse a caldo como artista, meterse con el propio oficio. Reirse de uno mismo no es fácil, y más si se es de esos que se toman muy en serio. Pero al final la pasarela de los Divos funciona: Coral Troncoso baila sola y plenamente sin que ninguna la haga sombra, Raquel Sánchez crea un papelón con altísimas dosis de comicidad, Guillermo Weickert protagoniza un solo sublime, agónico en el gesto, Nicolas Rambaud y Marina Wainer llevan a cabo un dúo que hace desear en un futuro más trabajos en común, y Gena Baamonde construye un monólogo asombroso al final del espectáculo, que aún me tiene con la boca abierta, por la sutilidad, la efectividad y brevedad de la propuesta.

Nicolas y Coral han sido valientes y ambiciosos. Como dos domadores se han encerrado en la jaula con las fieras del mundo de la danza y han salido victoriosos, al menos enteros y no muy magullados.