Ese XMas

Ojo, también los tenemos en versión gatitos y coches. Qué no se diga. Pídeme uno.

El Ojo Atómico desaparece, ¿por ahora?

Otro espacio cultural que cierra y este en nuestro necesitado barrio de Prosperidad. Cada día es más difícil soportar la presión de unas políticas institucionales ciegas, sordas y antiparticipativas. Esta triste desaparición demuestra que socializar el conocimiento y la cultura no es posible sino se liberan convenientemente los recursos económicos, hoy en día monopolizados por los organismos oficiales, empresas pijas y otros chiringuitos de medio pelo.
Una lástima.