La degustación de un baile sensual

El País
ROGER SALAS - Madrid - 23/04/2010

"Cómeme". Compañía Trans/Garden; Coreografía: Mey-Ling Bisogno; luces: Paloma Parra; música: Martín Ghersa; Teatro Pradillo. Hasta el día 25.

El planteamiento de "Cómeme" remite a varias referencias estéticas, que luego se van manifestando como epidérmicas, sin calado en el meollo de los materiales coreográficos. Así están los cuadros que recrean a los del cineasta Peter Greenaway; al ballet "Arcinboldo" de Jiri Kylian y siempre en formato de cámara, a la frialdad atmosférica de un sector la nueva danza francesa. Pero por encima, o dentro, de todo el andamiaje de tono surrealista y sugerente, de fuerte impronta sexual y chispazos explícitos de desboque erótico, está la voluntad de la coreógrafa de dar continuidad a la trama danzada, lo que está conseguido parcialmente.

Tres mujeres se devoran en un ritual gastronómico que quiere tener tintes humorísticos que no calan ni llegan al público, tomando mayor peso la parte dura o seria. Sí se hace evidente ese "crescendo" de tensión, dentro de una escenografía limpia, útil y muy justificada en que domina el blanco y los elementos "hight-tech". Lo mismo que el vestuario colorista y sacado de la ropa civil y las luces, de fuerte cromatismo intentando acentuar cierto tenebrismo. Pero ¿dónde está la razón medular de esta obra? Probablemente en el señuelo del programa de mano en el que se promete la intervención de un bailarín que por fin no aparece. Es como si las tres mujeres se prepararan y lucharan por él y para él, conformándose finalmente con lo que son capaces de ofrecerse entre ellas mutuamente; ¿ritual de desacralización? ¿conjuro del macho? ¿metáfora de la castración? Todas estas posibilidades se dan cita en lectura abierta. La masa de harina, el gran cuchillo, las fresas rezumantes, la manzana pendiendo de un hilo sobre sus cabezas: son símbolos, algunos más evidentes que otros, reuniéndose y perdiéndose en meandros oscuros, en líneas difusas, como tan difuso es el baile mismo.

Se hecha en falta un cierto terminado en lo estrictamente técnico. La tendencia a dotar de naturalismo, a través de la relajación formal más que de descomposición de las evoluciones de danza, perjudica el dibujo. Baile es dibujo, aún en su negación más explícita (que es este caso). Las bailarinas lucen concentración y energía, pero falta la coherencia que permite determinar que un trabajo de taller asume categoría coréutica real.

¡Este finde semana teatro para niñas y niños en 3d! ¡Y sin la necesidad de utilizar esas gafas tan incómodas!


Historias de derribo
Cía. La Tartana Teatro (Madrid) / Teatro-Títeres
Del 17 al 25 de abril 2010
Sábados /17h. y Domingos: 12h.30
INFANTIL: Niñas y niños desde 3 años

¡No os la perdáis!

Con la boca y el cuerpo



La semana por delante DANZA
Con la boca y el cuerpo ROGER SALAS 11/04/2010


"Existe una íntima relación entre los sabores, los olores y las emociones, incluido el amor, la atracción y el deseo sexual. Comer nunca ha escapado a ese cierto poder erótico; pero no siempre se come por hambre y no siempre se copula por amor. Existe una teoría que afirma que la gula y la lujuria hunden sus raíces en la biología humana, en el propio instinto de supervivencia". Esta enjundiosa y barroca cita es la presentación de la coreógrafa y bailarina venezolana Mey-Ling Bisogno para Cómeme (Teatro Pradillo. Del 15 al 25. 20.30), un trabajo para cuatro bailarines, dos hombres y dos mujeres, y que la incluye a ella misma.

Mey-Ling se formó en un incesante movimiento vivencial y pedagógico, primero por Latinoamérica y luego entre Miami y Nueva York, donde recala becada por el American Dance Center. Esa inquietud la llevó a fundar compañía en Francia y ahora está asentada en Madrid. Cómeme es un trabajo al alimón entre la Compañía 2gallos (París) y la madrileña Trans Garden. La música ha sido compuesta por Martín Ghersa, que también asume la ambientación.

Rituales con objetos

CRÍTICA: DANZA
Rituales con objetos
ROGER SALAS - Madrid - 11/04/2010

El título de esta pieza, conciso hasta lo genérico, no da una fe cierta de lo que se ve, una resultante dramática, tensa, oscura y con tintes que remiten al esperpento teatral en su acepción más clásica. Los tres elementos (el propio Ruz, Maureen López y el búlgaro Dimo Kirilov -ex de la Compañía Nacional de Danza) exprimen sus capacidades histriónicas, desechan las formas específicas de danza para entrar en el registro del teatro gestual puro y duro.

Es cierto que se trata de un espectáculo de danza-teatro, muy cuidado en la precisión de sus evoluciones e influido hasta el tuétano de la escena alemana contemporánea, donde confluye la instalación performativa, los ciclos de automotivación e improvisación y sobre todo la asunción de una estética voluntariosamente tenebrista y desolada. Esa gravedad exponencial, esa ritualización llena de absurdo, tristeza y búsqueda de una salida vital, conforman el fresco de unos seres que no acaban las frases ni cierran las evoluciones. Un triángulo poco adornado y con poca concesión; lo irónico termina por dejar paso a un áspero diálogo físico, donde la sugerencia se aborta en la respiración de un lirismo surrealizante. Los personajes están delineados con amargura, desde la pantomima al vestuario. El humor es tangente.


Compañía Antonio Ruz. Coreografía: Antonio Ruz; música: Fernando Abras; arte: Daniela Presta, luces: Olga García. Teatro Pradillo. Hasta 11 de abril.

Entrevista a Antonio Ruz

Danza.es

Entrevista a Antonio Ruz
Bailarín y coreógrafo

Tras pasar, como intérprete, por importantes compañías de danza, nacionales e internacionales, entre las que se encuentran el Ballet de Víctor Ullate, la Compañía Nacional de Danza, el Ballet del Gran Teatro de Ginebra, y la compañía alemana de Shasha Waltz, donde colabora como artista invitado en la actualidad, Antonio Ruz (Córdoba, 1976), estrena montaje en el Teatro Pradillo de Madrid. Se trata de No Drama, primera producción como compañía independiente, que cuenta con la colaboración de Maureen López y Dimo Kirilov. De este trabajo, y su trayectoria, nos habla en esta entrevista.

Por www.danza.es Fotos: Daniel Muñoz Pantiga


Antonio Ruz

P- No Drama es su primer proyecto como compañía independiente, ¿cómo está resultando la aventura?
R- Intensa. Cuando me embarqué en el proyecto fui consciente de la dificultad y el esfuerzo que suponía arrancar de cero con una compañía sin recursos, sólo con la ayuda de una “residencia temporal” en el Centro de Danza Canal para la creación y el estreno. Mi suerte fue contar con un equipo humano que creía a ciegas en mi propuesta, como mi amiga la artísta plástica Daniela Presta con la que he colaborado estrechamente. Me he encontrado obstáculos en el camino y sé que en el futuro habrá más, pero tengo ilusión y hoy me siento realizado.

P- ¿Y cómo decidió embarcarse en ella, tras varios años de colaboración con otros creadores?
R- Estos últimos años he colaborado con coreógrafos y en proyectos muy diferentes y de todos me he nutrido. Justo después de Ostinato, mi primera pieza de encargo con La Mov, Compañía de Danza de Zaragoza, me surgió una idea y sentí que era el momento de dirigir mi propia historia, invitando a artístas con experiencias e inquietudes similares a las mías, que fuesen capaces de asumir el reto de investigación colectiva y de abordar el tema sin prejuicios y con humildad. Es un lujo contar con Maureen López y Dimo Kirilov.

P- Este trabajo se enmarca dentro de la expresión más contemporánea, ¿se imaginaba algo así en sus comienzos con una danza más clásica?
R- La verdad es que no. Por suerte, mi paso por compañías europeas de repertorio como Ginebra o Lyon y el contacto allí con coreógrafos actuales de estilos tan diversos han abierto mi campo de visión, inclinandome sin darme cuenta de una manera natural hacia una linea menos formal. Lo curioso es que cuando bailé Giselle, con mis mallas moradas, o cuando improviso con la voz en mi pieza, siento que mi dedicación es la misma.

No Drama

P- Usted ha bailado en destacadas y grandes compañías nacionales e internacionales, ¿es agua pasada? ¿Hacia dónde se dirige su trayectoria?
R- Mi experiencia en estas compañías me ha aportado versatilidad, me ha hecho madurar como bailarín y como persona. Hace unos años, con el agravante de mi lesión de rodilla, descubrí que el sistema de gran compañía, con todo lo que ello implica, ya no me interesaba y decidí tomar otro camino. Hoy mi trayectoria se dirige hacia proyectos que me interesen de verdad, el dialogo con otros artístas, la enseñanza y por supuesto a seguir trabajando para que mi nuevo proyecto recoja sus frutos.

P- ¿Cuándo y por qué comenzó a interesarse por la creación?
R- Al llegar a Ginebra en 2001, sentí por primera vez la curiosidad por la creación y aproveché la oportunidad que nos brindaba el Ballet para presentar mi primera coreografía 1Calvario en los Talleres de Jóvenes Coreógrafos. La experiencia fue fantástica y desde entonces he seguido creando.

P- ¿Se puede encontrar en su trabajo influencia de Sasha Waltz o algún otro creador con los que usted ha trabajado?
R- El cuerpo tiene muy buena memoria y hay coreógrafos que me han inspirado mucho. Trabajar con Sasha Waltz en Berlín y ha significado una revolución en mi danza, una manera más amplia de ver el arte, al igual que Juan Kruz, que ha sido y es una fuente de inspiración y sabiduría para mi.

www.teatropradillo.com

© www.danza.es