Hay ocasiones que todo parece encajar. Las piezas que andaban dispersas, perdidas por aquí y por allá, se encuentran en el punto adecuado, preparado, esperado.
Parapapel es una obrita de danza para bebés, llevada a cabo por un grupo de gentes poseedoras de una gran bagaje de talento y sabiduría. Una generación de intrépidos que se han unido para forjar una pequeña obra maestra, que es, al mismo tiempo, todo un reflejo de la forma de ser y pensar de una generación.
Hay que estar ahí para entenderlo. Hay que currar en este, a veces agrio, negocio, para comprender la razón verdadera del porqué se trabaja haciendo algo tan raro y a veces desmotivador como es el teatro.
Asistir a la representación de parapapel, una obrita para la que hay que tener entre 18 y 36 meses, es darse cuenta de para qué estamos en este oficio. Gracias chicos.
Las fotos de los ensayos, antes del estreno, son mías.
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